miércoles
Deletrear
ternura e inocencia más allá del tiempo.
Buscamos la belleza al ser nosotros mismos.
El abecedario, la tinta, las señales quizá permanecen
pero el idioma de nuestros cuerpos es distinto
¿A quién no le avergüenzan las palabras con los años?
Hoy parece tan necio, tan absurdo, tan ingenuo
Estoy aprendiendo a deletrear.
sábado
Ajedrez- Rosario Castellanos.
quizá para añadir otro interés
a los muchos que ya nos obligaban
decidimos jugar juegos de inteligencia.
Pusimos un tablero en frente de nosotros;
equitativo en piezas, en valores,
en posibilidad de movimientos.
Aprendimos las reglas, les juramos respeto
y empezó la partida.
Henos aquí, hace un siglo, sentados, meditando
encarnizadamente
cómo dar el zarpazo último que aniquile
de modo inapelable y, para siempre, al otro.
miércoles
Planta
Tú
jueves
Ficciones (historia ajena dos mil diez)
lunes
Omitir (no sabe, no responde). (Dos mil ocho)
y dejar de rimarte por obligación
ser consciente que yerro, que me cuesta, que caigo
en locuras, en sueños, en la imaginación.
No nombrar los lugares en que he estado contigo
ser valiente y callar lo que quiero decir
no frenarme y frenarme, no mentirme a mi misma,
no quedarme en la inercia, no dejar de sentir.
domingo
Faringitis Aguda.
me duermo
me callo
no puedo.
Me duele
me siento
respiro
lamento.
Diez voces
encuentro
palabras
doliendo.
Rescatas
sonriendo
abrazos
y sueños.
Y muero
me muero
de nuevo.
sábado
Deseos egoístas sobre dos ruedas.
lunes
Selección múltiple.

miércoles
Disfraz

Noche
domingo
Veranito.

Desapareces al instante y vuelve la frialdad a la que cuesta acostumbrarse después de las soleadas tardes que compartimos. Mas conocíamos las reglas desde el principio, intuíamos que nuestros planes jamás serían reales y decidimos ser felices aquellos días aunque que las próximas gotas de lluvia borrasen nuestros recuerdos.
viernes
Ad líbitum.
sábado
Verso

jueves
martes
Cursi
domingo
Fortuna

Nada

-No, no estoy haciendo nada ¿Y tú?
viernes
El 'obtetra' (F.Z.)
Obnubilante.

domingo
sábado
Narcisismo archivado.

jueves
Mi Tata lo contaba

una princesa soñada…
Madre, ¿Cómo son las princesas modernas?
¿trabajan?
-No sé hijo, no molestes, déjame hacer el pan tranquila.
La princesas trabajan.
Ellas se van hacia la gran metrópoli, cerca de donde el sol
se duerme, en busca de horizontes más amplios y abandona
su reino de cristal
Madre, ¿Las princesas lloran?
-No molestes, cabro de porquería
Sí, lloran porque en la metrópoli mora el gigante smog, que
las cuida día y noche, no las deja comunicarse con sus amigos.
Son sus prisioneras.
Mamá, ¿Las princesas sueñan?
-No friegues, cabro de moledera, deja cocer el pan.
Si, ellas sueñan que un príncipe azul las irá a rescatar,
quebrando lanzas y sorteando mil peligros, las rescatará
y las llevará de nuevo a vivir en un reino dorado.
Mami, ¿lloraste?, ¿Por qué el pan te quedó salado?
-¿cómo sabes que las lágrimas son salobres? ¿Acaso has llorado por alguna princesa? ¡Hijo mío!
Un día la princesa enamorada… se fue.
sábado
Manías habituales.

viernes
Apuntes viejos
miércoles
Tolerancia
Si bien todos podemos progresar eternamente siempre hay una esencia que permanece. Una especie de identidad constituyente que no puede ser ser nada negativo, en tanto todo defecto es perfectible. Llegar a conocer esa característica sin duda requiere tiempo. Tomar conciencia del sí mismo nunca es instantáneo. Lo difícil es que ese tiempo que te dedicas a pensar en eso que crees que eres podrías estar haciendo cosas para progresar, cosas que no cambiarían tu esencia, pero sí ese conjunto de accesorios con que convives a diario. Hoy me parece complicado ver la esencia de los que me irritan, encontrar la naturaleza virtuosa de quienes estimo detestables. Pero claramente mi esencia es otra, lo sabemos.
Margarita
jueves
domingo
Nostalgia de día helado

sábado
Cuasi Natalicio

Y aún con todo los números ganan: seguiré siendo siempre la teenager del grupete, la que tiene la manía de juntarse con gente mayor, a veces más mayor de lo que quisiera.
Poema favorito
I
El hombre que me ame
deberá saber descorrer las cortinas de la piel,
encontrar la profundidad de mis ojos
y conocer lo que anida en mí,
la golondrina transparente de la ternura.
II
El hombre que me ame
no querrá poseerme como una mercancía,
ni exhibirme como un trofeo de caza,
sabrá estar a mi lado
con el mismo amor
con que yo estaré al lado suyo.
III
El amor del hombre que me ame
será fuerte como los arboles de ceibo,
protector y seguro como ellos,
limpio como una mañana de diciembre.
IV
El hombre que me ame
no dudará de mi sonrisa
ni temerá la abundancia de mi pelo,
respetará la tristeza, el silencio
y con caricias tocará mi vientre como guitarra
para que brote música y alegría
desde el fondo de mi cuerpo
El hombre que me ame
podrá encontrar en mí
la hamaca donde descansar
el pesado fardo de sus preocupaciones,
la amiga con quien compartir sus íntimos secretos,
el lago donde flotar
sin miedo de que el ancla del compromiso
le impida volar cuando se le ocurra ser pájaro.
VI
El hombre que me ame
hará poesia con su vida,
construyendo cada día
con la mirada puesta en el futuro.
VII
Por sobre todas las cosas,
el hombre que me ame
deberá amar al pueblo
no como una abstracta palabra
sacada de la manga,
sino como algo real, concreto,
ante quien rendir homenaje con acciones
y dar la vida si es necesario.
VIII
El hombre que me ame
reconocerá mi rostro en la trinchera
rodilla en tierra me amará
mientras los dos disparamos juntos
contra el enemigo.
IX
El amor de mi hombre
no conocerá el miedo a la entrega,
ni temerá descubrirse ante la magia del enamoramiento
en una plaza llena de multitudes.
Podrá gritar -te quiero-
o hacer rótulos en lo alto de los edificios
proclamando su derecho a sentir
el más hermoso y humano de los sentimientos.
X
El amor de mi hombre
no le huirá a las cocinas,
ni a los pañales del hijo,
será como un viento fresco
llevándose entre nubes de sueño y de pasado,
las debilidades que, por siglos, nos mantuvieron separados
como seres de distinta estatura.
XI
El amor de mi hombre
no querrá rotularme y etiquetarme,
me dará aire, espacio,
alimento para crecer y ser mejor,
como una Revolución
que hace de cada día
el comienzo de una nueva victoria.
Tira y afloja

domingo
sábado
Compromiso

jueves
Gañán
miércoles
jueves
Errata

Nostalgia
miércoles
Bomba de tiempo

martes
Sublime fascinación

lunes
Bis
viernes
jueves
Conjetura

lunes
Parecido o no

domingo
Redescubrir

Añoranza

y mis pies en la arena se comienzan a enfriar,
mientras veo en la orilla el pequeño castillo
tu sonrisa radiante, las gaviotas volar,
pasa frente a mí el tiempo, me parece distinto,
ayer eras pequeño, hoy casi no eres niño,
juegas emocionado, ya no temes al ruido
de las olas rugiendo, de la brisa del mar.
Pareciera tu rostro se permeara de gozo
recibiendo la playa cual regalo divino
si ya al verla saltabas apresurando el paso,
inventando la ruta que acortara el camino
que llenara tu boca de ese gesto bendito
que volver al pasado me hace a mí suplicar;
por los meses lejanos, los momentos perdidos,
los fragmentos de sueños, esos chistes bonitos,
esa ausencia de historias que solías contar.
Y atardece en la costa, y al ver tu alegría
de pequeño bañista disfrutando la vida
en un mundo que aprecia esas cosas sencillas
desvanecen las huellas que traían la morriña;
y vuelvo por el puerto, ya no cabizcaída
contemplando el ocaso, con la pena fallida.
viernes
Promesa
jueves
Cuadro

miércoles
Potencial
lunes
Adiós

viernes
Tata Arnoldo
miércoles
lunes
Lamento

viernes
Contrasentido

Huyendo del mundo de expectativas, de supuestos falsos, de las conjeturas infundadas, mientras mis anhelos absurdos, mi ridículo deseo de clasificar todo y las ilógicas aspiraciones que me hacen ser quien soy me cobran sentimientos. Claro está: los sentimientos son infinitos, mi cuenta nunca estará saldada.
miércoles
Viejas notas de cuaderno verde

lunes
Tiempo
viernes
miércoles
Lecciones Primaverales

Solías decirme que querías ser como el viejo árbol. Ese que recuerda las tormentas de otros años, pero entiende que no siempre lloverá sobre él. Que sabe que cada día es distinto y una oportunidad para crecer y dar buenos frutos. Que sabe las flores no duran para siempre, pero en nuestra memoria pueden ser eternas. Que sabe que después de la lluvia el sol parece más bonito, aunque sea el mismo de siempre. Que sabe que, aunque algún día pueda sentir el fuerte frío del hielo y el peso de la nieve sobre sus ramas, siempre hallará un motivo para estar feliz.