Errata

-Es una expresión. Se trata de sentir. Es imposible evaluarlo, pero hay quienes se consideran expertos en el tema. Algunos hasta llegan a ser admirados por ello. Puedes aprenderlo asi como enseñar a otros. Requiere de técnica, de paciencia... -¿Hablamos del arte verdad? Por un momento pensé que podíamos referirnos al amor. ¡Ah! ¡torpeza la mía!

Nostalgia

Deseo. El terrible deseo de extrañar y de no hacer nada para cambiarlo. Sueño. Darme cuenta de su llegada y quedar con los ojos más abiertos que nunca y sin él. Sonoridad. Su eco evocaba los rincones ocultos de mi memoria. Libertad. Desplegué mi pluma y volé hasta los paisajes que me invento. Imaginación. Pretendiendo las palabras algún día serán escritas para mí. Duda. Pensaba las persianas se encontraban cerradas en mi vida. Fe. Darme tiempo y creer en lo que estaba sucediendo. Suspiro. Dejar la razón y rendirme al encanto del presente. Confianza. Agotando la fascinación por lo desconocido. Espanto. Darme cuenta cómo las cosas cambiaban.

Bomba de tiempo

Temo al tiempo cuando lo siento fuerte, cuando alojado en el reloj no me deja dormir, cuando mme asusta en las canciones y entro mal, cuando quisiera detenerlo para siempre, cuando moriría feliz en el presente y cuando quisiera haber muerto para escapar de algún aciago momento. Cuando reparo que el ahora es parte de mi eternidad, cuando dejo de sentirme pequeña, cuando se me va de las manos, cuando me parece tanto, cuando veo lo fugaz que resulta. Cuando veo al bebé ya niño, cuando callo la edad, cuando todos son menores, cuando hablo como de treinta. Cuando se reduce a números, cuando es fecha de vencimiento, cuando mi calma lo asusta, cuando no soy conciente, cuando me siento noctámbula, cuando adormecida no sé qué hablo, cuando lo pierdo con frases desatendidas.

Sublime fascinación

Funcionamos bajo lógicas distintas. Resultas incomprensible como los planetas extraños por los que sueles transitar. Intento descifrar las claves de tu sistema y, cuando comienzo a observarte y reviso tus signos, me desconciertas con una nueva sorpresa. El cambio es constante, la expansión imparable, no obstante mi asombro no cesa y sigo entrampada con situaciones en que no sé cómo responder. Esas que al final son las que más te enseñan sobre tu ser infinito. La rutina siempre tuvo una primera vez temida, aunque no siempre se recuerde. Y el cosmos de mis desconciertos va cediendo ante el imperio de la monotonía, aunque de vez en cuando la extrañeza maravilla y se agradece con un éxtasis que la tradición no suele otorgar.